Historia de la Cumbia Sonidera en México comienza en la década de 1970, en los barrios populares de la Ciudad de México.
Fue una respuesta a la música de moda en aquel entonces, como el rock y la música disco, y rápidamente se convirtió en un movimiento cultural y social en la ciudad.
Los “sonideros” eran los DJs que ponían la música en las fiestas de los barrios populares, y se convirtieron en los principales difusores de la cumbia sonidera.
El estilo musical se caracterizó por una mezcla de ritmos africanos, colombianos y mexicanos, con una gran presencia de instrumentos de percusión y de viento.
En este contexto, Robin Revilla, fundador de Revilla Records, se convirtió en uno de los principales precursores del movimiento sonidero.
En 1985, fundó su sello discográfico en la ciudad de Puebla, y comenzó a grabar las primeras cumbias sonideras en vinilo.
Teniendo una característica propias renovando la música de los sonidos en Mexico y el mundo.
Esto permitió que las canciones fueran difundidas y escuchadas en todo el país, y en poco tiempo, Revilla Records se convirtió en uno de los sellos discográficos más importantes del género.
Revilla Records lanzó al mercado a muchos de los artistas más influyentes del género, como Grupo Kual, Yes Yes, Grupo Soñador, Los Papis RA7, Grupo Pesadilla, Los de Tepito, Grupo Baratos, Grupos Karos y Los Deakino, entre otros.
La compañía también logró expandir su alcance en Estados Unidos, donde Robin Revilla y su hermano Moisés Revilla abrieron puertas para el género y lograron un gran impacto en la audiencia hispana.
En definitiva, la historia de la cumbia sonidera está íntimamente ligada a la trayectoria de Revilla Records y su fundador Robin Revilla.
Su trabajo y dedicación permitieron que el género se consolidara en México y en otros países de Latinoamérica, y su legado sigue vivo en la música y en la cultura popular de la región.